
El ser humano se ha sentido atraído siempre por aquello que desconoce, por eso desde hace muchos años se ha estudiado todo lo que tiene que ver con la vida en el universo y como este tiene una influencia en las personas. No es descabellado pensar que sea así, pues somos parte del mismo.
Obviamente en una proporción muy diminuta, aunque siempre será así, ya que el cuerpo humano está compuesto por los mismos factores que se encuentran en la tierra y por ende en el universo en general. Así que terminamos formando un complemento que influye en el otro de manera natural.
Las fuerzas que mantienen al universo en su sitio le permiten tener un equilibrio acertado, para que toda la actividad humana se vea inclusive beneficiada, por ejemplo la fuerza de gravedad de la tierra influye en el cuerpo humano porque lo mantiene en equilibrio. Si se habla de la fuerza magnética atrae hacia el hombre lo que necesita para sustentarse.
Un orden asertivo que se debe aprovechar
El estudio del universo le ha dado herramientas al hombre para aprovechar, por ejemplo el ser humano empezó a estudiar los astros celestes, entre los que se ubican el sol, la luna, las estrellas y los planetas. La variedad es enorme, así como sus dimensiones y propósitos. Dando cabida a que cada uno de ellos y en conjunto cumplen funciones importantes.
El sol al estar en el centro del sistema solar, le permite a los planetas aprovechar su energía, de la cual se ha dicho que su radiación provocaría grandes estragos en la tierra, si no tuviera la distancia apropiada, y la misma se ha comprobado que ejercer un poder no solo en el orden espacial, sino de sus beneficios directos.
El sol le permite al ser humano absorber algunos minerales y nutrientes, que inclusive se absorben a través de procesos naturales de la tierra, creando ciclos maravillosos donde el equilibrio es fundamental. Es como cuando un cerrajero de Sant Joan Despi le proporciona a un cliente la información adecuada de una cerradura, su protección es de importancia.
Así ocurre con el sol, le permite a la tierra y al hombre mantenerse caliente en sus estaciones, aprovechar las diferentes estaciones para producir alimento que compense las necesidades del cada individuo. Por eso que el orden magistral que se observa da pie a que se evalúen como se trata la naturaleza.
El hombre como instrumento de conservación
Según antiguos documentos el hombre fue creado para que esparciera por la tierra todo lo que esta podía darle de forma espontánea. Sin embargo los seres humanos por su forma de vivir han alterado muchos de los ciclos naturales de la tierra, afectándola de forma significativa.
Sin tomar en cuenta que esto también los va afectar en un momento determinado, tanto es así que se habla de desechos en la vía láctea, que contaminan no solo la tierra sino también el complejo sistema universal que existe. Es hora de que todos de alguna manera contribuyamos al cuidado del universo entero.